Cuando se tratan de nuevas tecnologías verdes para energías renovables, muchas veces se piensa en utópicos sistemas, que podrían revolucionar la ecología del planeta y los mismos mercados mundiales, en todos aspectos, incluyendo claro está, el factor económico.
Sin embargo, los avances son paulatinos, pero se están dando con la promesa de obtener dispositivos cada vez más eficientes y autosustentables. ¿Cuáles son esas nuevas tecnologías que traerían un cambio impresionante?
Tecnología solar fotovoltaica son células en cascada para ahorro de energía
Esta promesa tecnológica también se le denomina ‘Tándem’. La clave es que cada célula se empalma con otra, para que ningún ápice de energía se desperdicie, pasando los remanentes de una célula a otra. Obviamente esta clase de sistema, dependerá en gran medida de varios tópicos, como el tipo de conexión que se empleará entre cada componente, así como los materiales con los que se fabriquen tales sistemas. Por el momento, los mecanismos solares más eficientes son los que pueden convertir luz solar en electricidad con cerca de un 50%. Con esta clase de avance y otros más, se espera que la participación en el sector energético solar, sobrepase el 40% para las décadas venideras.
Tecnología solar fotovoltaica con ahorro de energía a través de diseños colectores pasivos
Este en sí es un concepto todavía no muy familiarizado en el sector energético, porque aun si se ha aplicado en ciertos edificios, la realidad es que esta clase de aplicación todavía está en vías de investigación y desarrollo para su adaptación general. Es básicamente el aprovechamiento de la energía solar de forma directa e incluso con posibilidad de acumularla, sin necesidad de transformarla por medios eléctricos.
La forma más viable en que se pudiera aprovechar este tipo de tecnología, es por medio del diseño arquitectónico, en donde cada elemento y material de una edificación, sería capaz de capturar y almacenar la luz solar, para posteriormente aprovecharla directamente. Sin embargo, se ve muy difícil al menos aplicarlo de manera global, ya que cada región posee su propio clima, y claro que este influirá demasiado en cómo se capta la energía del sol.
Habrá que checar los niveles de radiación de una región a otra, con el mapa de calor actualizado. De funcionar el concepto, se podría aplicar a edificios ya construidos, y desde luego, implementarlos en los diseños futuros. Por supuesto que se precisará de estudios básicos y otros más avanzados, para determinar diversos componentes que en su conjunto y de manera general, ayudarían dentro de un diseño solar pasivo, como los materiales con los que están hechos los cristales de las ventanas, así como el estudio para saber la mejor colocación de estas en una edificación, ya sea pequeña, mediana o grande. Asimismo, habrá que considerar el aislamiento térmico, la masa térmica y las sombras que se propician en dichas construcciones.
Tecnología solar fotovoltaica para ahorro de energía con paneles flotantes
En regiones donde la tierra es escasa, como en muchos países asiáticos, han hallado una sinergia impresionante entre el sol y el mar. Los que han sabido aprovechar esta tecnología, perciben una energía solar sin precedentes en sus respectivas regiones. Esto acarrea ventajas no solo energéticas, sino de aprovechamiento de espacios, incluso en esas grandes urbes como Singapur, donde una concentración poblacional importante se encuentra en las costas.
Tecnología solar fotovoltaica inspirada en la naturaleza de los árboles
Esta clase de dispositivos están hechos para zonas urbanas que precisan de luz y ahorro de energía en todo momento. La base son ramas metálicas,
donde irán postrados los paneles solares, fungiendo como captadores de rayos solares, a la vez que intentarán mezclarse con la naturaleza y la morfología de una urbe.
Los objetivos son: que capture y transforme una gran cantidad de energía; ergonomía y aprovechamiento de espacio comparado con una instalación normal; proyectar sombra como lo haría un árbol normal; iluminar calles; y ser aprovechados para carga de dispositivos.