Consumo energético en la elaboración de lácteos
La demanda de calor en ciertas industrias, suelen acarrear gastos excesivos cuando se sigue dependiendo de solo gas o electricidad. Por ejemplo, en la sola elaboración de la leche, el nivel de consumo energético es muy elevado, cuyas operaciones más consumidoras de energía, suelen ser la filtración y aclaración, el desnatado y estandarización, el tratamiento térmico, homogeneización y embalaje, por mencionar algunos rubros. Las observaciones indican, que el consumo de energía térmica es todavía más, durante el tratamiento térmico de la leche.
En la crema y mantequilla, el consumo energético es más balanceado, donde las operaciones más relevantes son: pasteurización, desodorización, maduración, batido-mezclado, y embalaje; se consume más electricidad en el funcionamiento de los equipos. En la elaboración del yogurt, el gasto de energía es relativamente bajo, comparado con otros procesos lácteos, el consumo térmico se viene dando más en la etapa de incubación.
En cuanto al proceso productivo del queso y sus etapas de: coagulación, corte y drenaje, moldeado y prensado, secado, y maduración, solo precisan de energía eléctrica y térmica moderada. Ahora, lo importante también aquí, son las operaciones auxiliares, las cuales consumen elevadamente, sobre todo en cuestiones de limpieza y sanitización, así como en enfriamiento. Durante las operaciones de limpieza, se consume principalmente energía térmica; durante el enfriamiento, el consumo de energía eléctrica es mayor.
Importancia del ahorro energético
En ese sentido, se puede discernir la importancia del ahorro de energía con tecnología solar fotovoltaica, donde al menos las instalaciones de este tipo, conjuguen una hibridación con los sistemas convencionales que proporcionan energía.
Las instalaciones solares proveen ventajas relevantes en los procesos de fabricación de leche, quesos, mantequillas, natas y yogures, principalmente. Pero tampoco sin dejar de lado, todas esas operaciones adyacentes, que sirven para mantener el lugar en condiciones impecables de limpieza, con excelente desinfección.
Instalación solar con paneles fotovoltaicos para el ahorro energético
Los paneles solares en una instalación fotovoltaica ahorradora de energía, deberían proveer a todo tipo de industria, como la láctea, los beneficios de ahorro de dinero en procesos eléctricos y térmicos, dentro de todas las elaboradas operaciones que demanda dicho rubro.
Si se decanta por una instalación solar híbrida, se minimizará de forma considerable, cualquier coste energético, incluso aquellos que demandan más energía eléctrica y térmica. Ya no habrá una dependencia absurda en el uso de gas propano, LP, diésel, electricidad, entre otras fuentes costosas y dañinas para el planeta. La rentabilidad del negocio estará garantizada, siendo capaz de competir con las empresas más voraces del sector.
Las industrias lecheras más modestas, han podido sobrevivir y florecer en un mercado complicado, y eso se debe a que están adoptando tecnología solar fotovoltaica, con beneficios que son a corto, mediano y largo plazo, con los mayores ahorros a lo largo de la vida útil de una buena instalación solar con paneles fotovoltaicos, que puede llegar hasta los 25 años.
Ejemplos claros, han establecido que incluso, en la instalación de más de 300 paneles solares, la amortización se podría percibir en tan solo cuatro años. Esto se manifiesta en un ahorro millonario durante la vida útil de la instalación. Debido a la alta rentabilidad de la tecnología solar fotovoltaica, el financiamiento debería ser una opción, de acuerdo a los programas de apoyo, si no federales, al menos encontrarlos en fondos estatales y municipales.
Dependiendo del sistema de paneles fotovoltaicos en la instalación solar, el sistema podría instalarse sin una inversión inicial, suponiendo un ahorro sustancial desde el primer mes de funcionamiento. Lo importante es que al menos, paso a paso, cada empresa empiece una migración orgánica, que pase del uso de energías convencionales, a uno de energías renovables. Si en un principio no se puede en su totalidad, al menos ir implementando sistemas híbridos, poco a poco.