A pesar de todas las situaciones, que está viviendo la humanidad en este siglo XXI, como la pandemia del COVID-19 y otros sucesos que acarrean crisis de todo tipo, no significa precisamente un estancamiento tecnológico en los paneles solares fotovoltaicos y boiler. Esto a la cada vez más creciente competitividad por la carrera sustentable planetaria, un aspecto que forma parte de la esencia del humano desde esta época con miras al futuro.
Aun así, existen obstáculos que impiden un pleno desarrollo de las energías renovables en el planeta. ¿Cómo podemos seguir preparándonos, de cara a las décadas que siguen? Los climas empresariales cambian constantemente, y por ello, debemos estar atentos a las modificaciones en materia de tecnología solar fotovoltaica para todo tipo de aplicaciones.
Uso de paneles solares
En el caso específico de los paneles solares, su uso se está dando cada vez más por su practicidad, para las aplicaciones más ingeniosas y robustas, en espacios más pequeños. Dependiendo del tipo de instalación, a estos sistemas se les seguirá sacando el mayor provecho posible. Algunos modelos ya llegan a pesar menos, nada que ver con los aparatos de hace un par de décadas, que incluso a nivel residencial resultaban un verdadero problema en su acarreo y posterior instalación.
Por si no fuera poco, estos paneles solares son cada vez más elegantes, a tal grado de poder mezclarse muy bien con la estética de una edificación, formando parte inherente de la misma; de hecho, las tejas imbuidas con tal tecnología solar fotovoltaica, podrían resultar en una inversión aún más atractiva para el hogar o lugar de trabajo, al igual que los tubos con líquido en su interior (una apuesta muy interesante). Estas evoluciones no implican costos más elevados en el consumo de tal energía renovable.
La inversión no solo se debe a la eficiencia energética, que vaya sí es demasiado relevante, sino también en la seguridad de su vida útil, otorgada por cada fabricante, que aunque varían en su duración, no debería haber tanta discrepancia entre los distintos modelos; aunque siempre hay que fijarse con qué material se están fabricando.
Aplicaciones de la energía solar fotovoltaica
Las aplicaciones de la energía solar fotovoltaica siguen creciendo de manera importante, hasta un punto de popularidad, que incluso las zonas más aledañas se vuelven comunidades todavía más habitables, por las barreras acústicas solares que permiten un uso más cabal de componentes renovables. Tan solo hay que ver como ejemplo de todos esos focos LED que se colocan en muchas áreas urbanas de una ciudad, que colaboran con la reducción de gases de efecto invernadero y el subsecuente cambio climático, y en el proceso, otorgando seguridad pública, mientras se promueve el ahorro de energía.
Las tendencias siguen evolucionando, solo hay que esperar las nuevas aplicaciones de los paneles y los colectores. De esa manera, las oportunidades de inversión seguirán elevándose, ya sea para su residencia o empresa.
Lo que es seguro, es que la demanda por energías renovables seguirá un curso ascendente normal, con todo lo que ello implica, como grandes instalaciones y sus pertinentes mantenimientos.
Es inevitable que haya una transición energética de aplicaciones con combustibles fósiles, a aplicaciones más limpias, considerando que el costo de las primeras es cada vez más elevado, además de la casi inexistente sostenibilidad planetaria, conforme se sigan usando.
Las grandes empresas pasan por una gran disyuntiva al hacer tal transición, ya que los procesos logísticos que implican esos cambios, sobre todo de una energía convencional a una renovable. Pero en definitiva, valdrá la pena en todos sentidos, tanto en el rubro ecológico y monetario. Son inversiones para el futuro de la humanidad y la economía mundial.
Es posible que el personal especializado en la tecnología solar fotovoltaica no sea tan numeroso, después de todo, en esencia se trata de un contexto educacional, donde a escuelas o instituciones les cuesta trabajo actualizar sus planes de estudio en materia de energías renovables, desde un nivel universitario, por no decir preparatoriano.
Sin embargo, como inversor inteligente y ecológico, hay que anticiparse a ese tipo de necesidades, con planeación y astucia, para así, estar siempre a la vanguardia empresarial.